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5. Composición de la página

5.9. El pautado

El pautado es un sistema de líneas verticales y horizontales que delimitan las partes del folio destinadas para la escritura (caja de escritura) de los márgenes, ofreciendo al copista una especie de guía para alinear los renglones de escritura. Al parecer, el pautado no se practicaba sobre el papiro, donde las líneas horizontales de las fibras del material proporcionaban ya una guía suficientemente clara.

En el estudio del pautado habrá que tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • los tipos de líneas
  • los esquemas resultantes
  • las técnicas empleadas
  • el número de hojas pautadas de una vez

El pautado varió dependiendo de épocas y lugares y de ahí que su estudio puede ser un importante indicio a la hora de determinar la procedencia de un manuscrito. De todos modos, los conocimientos que poseemos en este sentido son bastante fragmentarios y por tanto hoy en día tienen todavía un valor relativo.

Tipos de líneas

El primer paso es establecer una terminología que defina las funciones de las distintas clases de líneas que se pueden encontrar en el folio de un manuscrito, aunque los especialistas no siempre concuerdan a este respecto.

Según el Vocabulario de Codicología, cabe distinguir las siguientes modalidades principales:

Caja de justificación
es el contorno formado por las cuatro líneas que delimitan la justificación por los cuatro lados de la página formando un cuadrilátero que puede, a veces, estar dividido en columnas. (En la figura adjunta, el espacio comprendido entre STUV). El espacio contenido en la caja de justificación se denomina caja de pautado; está ocupado por las líneas rectoras. Cada una de las líneas que componen la caja de justificación se denomina línea justificante o línea maestra. De ellas, la línea de cabeza es la que delimita el lado superior de la caja de justificación (ST), y la línea de pie es la que delimita el lado inferior de la caja de justificación (UV). Las dos líneas verticales, es decir, las que delimitan los laterales de la caja de justificación, reciben el nombre de líneas de justificación o líneas de margen.
http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict063b.gif.

A veces, rodeando la caja de justificación por tres o cuatro lados existe un conjunto de líneas marginales denominado encuadre (en la figura KL + H + MN).
Lineamiento
es el conjunto de líneas horizontales y paralelas que guían la escritura (R + R’):

Líneas rectrices o rectoras
son aquellas que, inscritas en la caja de justificación, están destinadas a ser soporte del texto propiamente dicho (R), con exclusión de otras que eventualmente puedan ofrecer escritura en forma de marginalia. La primera de las líneas rectrices puede aparecer en blanco, por lo que algunos codicólogos la incluyen dentro de las líneas marginales1.
A veces las líneas rectoras o rectrices situadas en lo alto y bajo de la caja de justificación, y a veces también en el medio, se distinguen de las rectoras o rectrices ordinarias por prolongarse hasta el extremo de la página (R’). Reciben el nombre de líneas rectoras o rectrices mayores.
Caja del renglón
es el espacio comprendido entre dos líneas rectrices.
Lineamiento doble
es el tipo de lineamiento en el que cada línea de escritura está guiada por dos líneas rectrices que la delimitan, por arriba y por abajo, quedando un espacio en blanco entre las líneas:
http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict066.gif.

Lineamiento de doble módulo
es el lineamiento destinado a recibir bien una escritura de pequeño módulo, trazada sobre cada una de las líneas rectrices, bien una escritura de gran módulo, comprendida entre dos líneas rectrices (como en el lineamiento doble) o bien a caballo entre dos líneas rectrices, según las exigencias del texto.
http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict064.gif.

Lineamiento parcial o lineamiento alterno
es un tipo de lineamiento en el que las líneas rectoras o rectrices son menores en número que las líneas de escritura, de manera que unas se trazan sobre líneas rectrices y otras no.
http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict067.gif.

Cuando una escritura está trazada sin líneas rectoras o rectrices o una notación musical sin pautado, se dice que está trazada en campo abierto.
Líneas marginales
son aquellas que discurren fuera del área de escritura en posición horizontal o vertical. Su disposición y número es variable.
.

El número, la colocación y distribución de dichas líneas marginales ofrece una rica casuística. Según estén más o menos espaciadas las denominaremos “sencillas”, “dobles”, “triples”, etc.
Además, las rectas de todo el entramado, con independencia de su función, pueden tener distintas extensiones: las que van de un borde a otro del folio serán calificadas de mayores, las que atraviesan los intercolumnios continuas y las que se interrumpen en dichos espacios de separación discontinuas.
Intercolumnio
es el conjunto de dos o más líneas que delimitan el espacio que separa dos o más columnas de escritura:
.

El intercolumnio puede ser descentrado, cuando divide la caja de justificación en dos partes de anchura desigual, móvil, cuando varía en anchura de un folio a otro, en función de las necesidades del texto, o volante, cuando no ocupa toda la altura de la página, sino que ha sido añadido esporádicamente al pautado en función de las necesidades del texto.

Esquemas de pautado

Las posibles combinaciones de los distintos tipos de líneas en sus manifestaciones concretas son lo que conocemos como “tipos” o “esquemas de pautado”. La presencia de ciertas líneas carentes de un valor funcional –desde nuestra perspectiva actual– quizá encuentre su razón de ser si las consideramos como posibles marcas o señas propias de algunos talleres de copia o scriptoria.

Los procedimientos ideados para describir de manera rigurosa y sintética los diseños existentes son varios.

Método Leroy para describir los esquemas de pautado

El primero se debió a K y S. Lake2 y fue implementado posteriormente por J. Leroy3 para los manuscritos griegos. La notación establecida por Leroy es de aspecto algebraico: cada fórmula consta, al menos, de dos dígitos, una letra mayúscula y otro dígito (ejemplo: 14D1), donde

  1. El primer dígito corresponde al índice de las líneas verticales y se obtiene restando del número total de líneas verticales aquellas que son necesarias para la justificación o disposición del texto.
  2. El segundo dígito indica la totalidad de líneas horizontales existentes en el margen superior e inferior.
  3. La letra mayúscula designa la longitud de las líneas rectrices, con particular atención al margen interno (que a veces es poco visible a causa de la encuadernación). Debido a la práctica de trazar primero las líneas horizontales y después las verticales, es corriente que las primeras se prolonguen de forma irregular. El sistema asigna convencionalmente las letras del alfabeto A-E de la siguiente manera:
    1. Desde el borde izquierdo hasta la perforación del margen derecho, o hasta el borde derecho si el libro ha sido refilado.
    2. Desde el borde izquierdo hasta las líneas marginales del lado derecho.
    3. Cuando llegan tan solo a la línea de justificación derecha.
    4. Cuando se extienden de línea a línea de justificación.
    5. Se refiera a los textos de dos columnas, cuyo rayado muere en las respectivas líneas de justificación, sin atravesar el espacio medianero.
    6. .

  4. El tercer dígito alude a la presencia del texto. Un 1 indica que la escritura discurre a línea tirada y 2 que la disposición es columnada.

Ejemplo:

24D1.
Clave:
Índice de líneas verticales = 2
Índice de líneas horizontales marginales = 4
Longitud de las líneas rectrices = D
Presentación del texto = 1 (toda la plana)

Los diseños que se repiten con mayor frecuencia en los manuscritos griegos (según el corpus recogido por Leroy) son los siguientes:

.

Sin embargo, los esquemas de Leroy plantean problemas a la hora de analizar los esquemas de pautado de los manuscritos latinos, pues no están presentes en su repertorio.

Método Muzerelle

Ello indujo a D. Muzerelle a idear otro procedimiento, que fue presentado a modo de comunicación en el V Coloquio del Comité Internacional de Paleografía Latina, celebrado en Ginebra en 19794. Se trata de un sistema específicamente diseñado para describir manuscritos latinos, aunque podría también ser utilizado para describir manuscritos griegos, si bien para estos últimos lo normal es utilizar el sistema de Leroi. El método de D. Muzerelle consiste en alfanumérico abierto que permite nuevos desarrollos en función de la complejidad de los casos estudiados. La fórmula mínima consta de siete caracteres y los modelos más utilizados necesitan una expresión de diez a quince signos, llegando los de mayor complicación hasta los 32.

En este sistema:

  • La descripción se hace sobre el recto de la hoja, teniendo en cuenta que el verso puede ser idéntico, cuando se trata de una imagen especular del recto, o “no especular”, cuando se trata de una traslación simple del diseño del resto. Si el recto y el verso son totalmente diferentes, se describirán ambos.
  • El modo en que las líneas se agrupan se designa mediante cifras arábigas: 1 para una línea simple, 2 para una línea doble, 3 para una línea triple… 0 en caso de ausencia de línea.
  • Estas cifras se agrupan para expresar la sucesión de líneas en una misma parte de la página.
  • Las letras A-K (excluyendo la I para evitar una confusión con la cifra 1) notan la extensión de las líneas; estas mismas letras reduplicadas indican que la línea está interrumpida por el intercolumnio:
    Extensión de las líneas: las letras mayúsculas A-K indican la extensión de las líneas
    (I, por evitar la posible confusión con la cifra 1, queda excluida)
    (Las líneas de justificación y marginales pueden ser simples, dobles o triples)
    http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia12.gif.

    Las mismas letras reduplicadas indican que la línea está interrumpida en la anchura del intercolumnio:
    Las líneas interrumpidas en el intercolumnio se indican igual, pero con la letra correspondiente reduplicada
    http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia13.gif.

  • La longitud de las líneas verticales se anota exactamente de la misma manera, de manera que para aplicar los mismos índices a las lineas verticales basta girar la figura precedente 90 grados:
    Las líneas verticales se indican igual
    http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia14.gif.

  • Si existe más de un juego de líneas marginales, se numeran las líneas marginales mediante las letras minúsculas del alfabeto latino (a,b,c…) y se les añade la letra mayúscula que corresponda según el punto 4:

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    Y en los casos más específicos se aplica el mismo criterio:
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  • La fórmula comprende cuatro partes o “zonas”, cada una de las cuales describe un tipo particular de líneas: La zona I las verticales; la zona II las horizontales marginales; la zona III las rectrices mayores y la zona IV las rectrices. En la fórmula cada zona está separada de la siguiente y de la anterior por una barra inclinada (/):
    Cada una de las cuatro "zonas" describe un tipo particular de líneas
    http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia17.gif.

    Cada zona está además divididas en segmentos, que en la fórmula se separan por un guión (-). Por ejemplo, en el caso de las líneas verticales (zona I), los segmentos correspondientes son los de la parte interior de la hoja (la más cercana al pliegue), la parte exterior, y en su caso el intercolumnio.
  • En las zonas I-II-III, la longitud mayor (A) se toma por defecto, por lo que no será indicada; si todas las líneas de una misma zona son iguales, se indicará con dos puntos ( : ) más la letra que corresponda; si las líneas de un segmento tienen la misma longitud se añade un índice de extensión a cada segmento; en los demás casos se indican la letra correspondiente a la longitud de la línea precedido del número correspondiente al agrupamiento de las líneas:
    Uso de los índices de extensión:
    En las zonas I, II y III, la máxima extensión (toda la página = A) se entiende por defecto, y no hace falta indicarla
    Si todas las líneas son iguales dentro de la misma zona, se añaden dos puntos (:) más el ínice al fin de la zona
    Si las líneas de cada segmento son de la misma longitud, se añade un índice de extensión a cada segmento
    En otros casos (raros) se añade uno o más índices después de cada cifra
    http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia18.gif.

Ejemplos:

Zona I (líneas verticales). Los segmentos se corresponden con la línea de justificación interior, exterior, e intercolumnio:

Las líneas verticales transcurren por toda la longitud de la hoja (A):

Zona I: verticales. Líneas largas [1]
Paris, Arsenal 88, s. XV
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Zona I: verticales. Líneas largas [2]
Paris, BN., Lat. 12097, s. VII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia22.gif.

Zona I: verticales. Líneas largas, complejas
París, Arsenal 103 (calendario, ff. 1-6), s. XIV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia23.gif.

Zona I: verticales. Ausencia de línea
En ausencia de una línea esperada, esta se indica con 0
Paris, B.N., Ital. 76. s. XV
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Zons I: verticales. Ausencia de línea
Paris, B.N., Ital. 1097. S. XV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia25.gif.

Zona I: verticales. Doble columna [1]
Paris, Arsenal 184, s. XV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia26.gif.

Zona I: verticales. Doble columna [2]
París, Arsenal 67. s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia27.gif.

Zona I: verticales. Doble columna [3]
Paris, B.N., n.a.l. 1586 (cuadernos IX, X...), s. VIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia28.gif.

Zona I: verticales. Triple columna
Paris, Arsenal 118 (ff. 472 ss.), s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia29.gif.

Los elementos que no aparecen más que esporádicamente se anotan mediante su correspondiente número entre paréntesis:

Zona I: verticales. Elementos variables, a dos o cuatro columnas
Los elementos que no aparecen constantemente se anotan entre paréntesis
Los intercolumnios de anchura reducida se anotan con un 2, por oposición al intercolumnio principal
Paris, Arsenal 146, s. XIV.
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia30.gif.

Las líneas verticales son más cortas que la longitud de la hoja:

Zona I: verticales. Extensión reducida [1]
Paris, B.N., N. a. l. 1685
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia31.gif.

Zona I: verticales. Extensión reducida [2]
Paris, B.N., Lat. 1825, s. VII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia32.gif.

Zona I: verticales. Extensión reducida [3]
París, Arsenal 184, ff. 138 ss, s. XV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia33.gif.

Zona II: líneas horizontales marginales. Los segmentos se corresponden con los márgenes superior e inferior:

Las líneas horizontales marginales ocupan toda la anchura de la hoja:

Zona II: horizontales marginales. En uno solo de los dos márgenes [1]
París, Arsenal 117 (ff. 472 ss.), s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia35.gif.

Zona II: horizontales marginales. En uno solo de los dos márgenes [2]
París, Arsenal 148, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia36.gif.

Zona II: horizontales marginales. En los márgenes superior e inferior
París, Arsenal 184 (ff. 158 ss.), s. XV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia37.gif.

Zona II: horizontales marginales. En los márgenes superior e inferior [2]
París, Arsenal 340, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia38.gif.

Las líneas horizontales marginales no ocupan toda la anchura de la hoja:

Zona II: horizontales marginales. Extensión reducida [1].
París, Arsenal 454, s. XIV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia39.gif

http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia39.gif
Zona II: horizontales marginales. Extensión reducida [2].
París, Arsenal 67, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia40.gif

Zona II: horizontales marginales. Extensión reducida [3]
París, Arsenal 87, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia41.gif.

Zona II: horizontales marginales. Extensión reducida [4]
París, Arsenal 12, s. XII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia42.gif.

Zona III: líneas rectrices mayores: primer segmento: en la cabeza de página, segundo segmento: en el pie de la página

Las líneas rectrices mayores ocupan toda la anchura de la página:

Zona III: rectrices mayores. En cabeza y pie de página [1]
París, Arsenal 227, s. VIII-IX.
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia44.gif

Zona III: rectrices mayores, en cabeza y pie de página [2]
París, Arsenal 82, s. XIII http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia45.gif.

Zona III: rectrices mayores, en cabeza y pie de página [3]
París, Arsenal 343, s. XI
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia46.gif.

Zona III: rectrices mayores, en cabeza de página solamente
París, Arsenal 146
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia50.gif.

Si existen en el centro de la página se consideran como un tercer segmento:

Zona III: rectrices mayores, con medianas [1]
París, Arsenal 4, s. XII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia47.gif.

Zona III: rectrices mayores, con medianas [2]
París, Arsenal 130
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia48.gif.

Zona III: rectrices mayores, con dos juegos de medianas
París, Arsenal 15 (ff. 107 ss.), s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia49.gif.

Las líneas rectrices mayores no ocupan toda la anchura de la página:

Zona III: rectrices mayores, extensión reducida [1]
París, Arsenal 75, s. IX
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Zona III: rectrices mayores, extensión reducida [2]
París, Arsenal 332, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia52.gif.

Zona III: rectrices mayores, extensión reducida [2]
París, Arsenal 332, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia52.gif.

Si existen líneas rectrices mayores de diferentes longitudes, se indicará la letra correspondiente para cada una de ellas:

Zona III: rectrices mayores, extensión desigual
París, Arsenal 120, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia53.gif.

Si las rectrices mayores se alternan con las rectrices simples, se intercala un 0 por cada líne rectriz simple:

Zona III: rectrices mayores, rectrices mayores alternadas
Si las rectrices mayores se alternan con rectrices simples, se intercala un 0 por cada rectriz simple
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia54.gif.

Zona III: rectrices mayores alternando con rectrices simples [1]
París, Arsenal 314, s. XII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia55.gif.

Zona III: rectrices mayores alternando con rectrices simples [2]
París, Arsenal 87, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia56.gif.

Zona III: rectrices mayores alternando con rectrices simples [3]
París, Arsenal 327, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia57.gif.

Zona IV: lineamiento (segmento único): En general esta “zona” constará de una única letra que indica la longitud de las líneas rectrices ordinarias:

Zone IV: lineamiento, rectrices iguales entre sí [1]
París, Arsenal 131 (A), s. XIV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia60.gif.

Zone IV:lineamiento, rectrices iguales entre sí [2]
París, Arsenal 343, s. XIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia61.gif.

Zona IV: lineamento, rectrices iguales entre sí [3]
París, Arsenal 445, s. XII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia62.gif.

Zone IV: lineamiento, rectrices iguales entre sí [4]
París, Arsenal 188, s. XIV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia63.gif.

En el caso de que las líneas rectrices se hallen entrecortadas por el intercolumnio, se reduplicará la letra correspondiente:

Zone IV: lineamiento, interrumpido en el intercolumnio
París, B.N., ital. 542, s. XV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia64.gif.

Cuando la serie de picados se halle en el centro del margen se considerará que forma una línea virtual. Si las rectrices comienzan o acaban en ese punto, se indicará con la letra correspondiente seguida de un signo de exclamación (!):

Zone IV: lineamiento, delimitado por una línea vertical virtual [1]
París, B.N., lat. 1093, s. VI
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia65.gif.

Zone IV: lineamiento, delimitado por una línea vertical virtual [2]
París, B.N., n.a.l. 1586, s. VIII
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia66.gif.

Si existe un doble juego de líneas marginales verticales, las líneas rectrices recibirán un segundo índice complementario, según lo indicado en el punto 6):

Zone IV: lineamiento, con índice de extensión complementario [1]
París, Arsenal 103 (calendario, ff. 1-6), s. XIV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia68.gif.

En ausencia de líneas rectrices (escritura en campo abierto) la notación para esta zona será un 0:

Zone IV: lineamiento, ausencia de líneas rectrices
La ausencia de líneas rectrices se anota mediante un 0
París, Arsenal 350, s. XV
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia69.gif.

Zona IV: lineamiento, ausencia de líneas rectrices
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia70.gif.

Zone IV: lineamiento, en caso de lineamiento defectivo
Si las líneas realmente trazadas son solo unas pocas, es preferible tratarlas como rectrices mayores
Tomado de J. Leroy, "Les types de réglure...", W4-01A 1a (p. 47)
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia74.gif.

La alternancia entre rectrices simples y complejas se anota con las letras correspondientes separadas por un guión, y en el caso de que la alternancia sea por más de una línea, con el número de líneas que corresponda:

Zone IV: lineamiento complejo, alternancias simples
Si rectrices de dos tipos distintos se alternan regularmente, una a una,
se anota en la zona IV el índice de la primera rectriz y el índice de la segunda, separados por un guión
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia71.gif.

Zone IV: lineamiento complejo, alternancias complejas
Si las rectrices no se alternan una a una, se hace preceder cada índice
del número de rectrices a que se refiere
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia72.gif.

En el caso del lineamiento alterno, se considerará que la línea virtual es 0:

Zone IV: lineamiento defectuoso
La alternancia de líneas de escritura sobre línea rectriz y sin línea rectriz se indica de la misma manera,
donde 0 representa la ausencia de línea rectriz
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia73.gif.

El lineamiento doble se indica con la letra que corresponda y un índice 2:

Zone IV: lineamiento complejo, lineamiento doble
El lineamiento doble utiliza dos recctrices para cada línea de escritura
Se indica añadiendo a la letra correspondience el número 2 en superíndice
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia75.gif.

El lineamiento de doble módulo, con el mismo índice entre paréntesis:

Zone IV: lineamiento complejo, lineamiento de doble uso
Un mismo lineamiento puede servir a la vez para un texto en escritura de gran módulo y otro en escritura de pequeño módulo
Se indica con el superíndice entre paréntesis
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia76.gif.

Si el lineamiento del texto principal y el de la glosa son independientes el uno del otro, se indicarán ambos con la letra que corresponda, el de la glosa con una marca de “prima” (‘), y separados por un signo más (+):

Zone IV: lineamiento complejo, lineamientos independientes
Una columna de comentario con un lineamiento distinto que la del texto principal
se indica como adición de dos lineamientos, añadiendo al segundo un índice "prima"
http://www.palaeographia.org/muzerelle/dia77.gif.

El sistema de Muzerelle ha sido aplicado por catalogadores de distintas instituciones, pero tiene sus limitaciones.

Método Gilissen-Lemaire

Un procedimiento que complementa y a la vez simplifica el anterior es el desarrollado por L. Gilissen5 y ampliado por L. Lemaire6. Consiste en reflejar sobre un diseño del esquema en cuestión las cifras que arrojan la totalidad de los elementos mensurables, según los siguientes principios:

  • La ficha técnica siempre se establecerá sobre el recto de un folio
  • Las operaciones se expresarán en el sentido de lectura, esto es, de izquierda a derecha. Primero se anotarán las medidas en sentido horizontal, luego se hará lo mismo en sentido vertical.
  • Las dimensiones exactas tomadas mediante una regla milimetrada serán registradas cada vez que el segmento de línea medio sea interrumpido por otra perpendicular.
  • Las dimensiones correspondientes a un mismo sentido irán separadas mediante un signo +
  • Las dimensiones que van en otra dirección se indican mediante un signo x

Ejemplo:

.

El principal problema de este tipo de notación (como el de Leroi) es que no contempla la posibilidad de una glosa marginal.

Técnicas e instrumentos de pautado

Se pueden distinguir tres etapas principales en la manera de llevar a término la tarea del pautado:

Hasta el siglo XII, el pautado se realiza “a punta seca”, o sea, un instrumento más o menos afilado que produce una hendidura o surco en el soporte (A) por el lado el el que se aplica, pero sin dejar coloración alguna; por supuesto, por el lado opuesto lo que produce es un relieve (B). Este es la técnica de pautado más interesante desde el punto de vista codicológico, ya que por posibilitar el pautado de varias hojas al mismo tiempo implica gran cantidad de variantes. Este sistema vuelve a usarse en el siglo XV, periodo en que los humanistas intentan recrear la estética de los códices carolingios.

http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict060.gif.

A partir del siglo XII se emplea una mina de plomo.

A partir del siglo XIII el pautado se traza con tinta más pálida que la de la escritura, que al parecer no se trata de la misma tinta que la de escribir, sino de un compuesto de base de carbono rico en impurezas de hierro, que proporcionan a la marca su aspecto característico similar al de la mina de grafito7.

A partir del siglo XV se empieza a practicar la escritura en campo abierto (o sea, sin pautado), pues en manuscritos de papel podían servir de guía las líneas de la trama.

Además de los simples procedimientos manuales especificados más arriba, a partir de finales de la Edad Media se recurre al uso de instrumentos mecánicos que permitían al copista ahorrarse el pautado manual en todo o en parte y que posibilitaban trazar simultáneamente sobre todo el folio la rejilla de las líneas destinadas a guiar la escritura. Este tipo de instrumento (o instrumentos, porque no se puede excluir que existan variedades diferentes), denominado con el término latino de tabula ad rigandum o con el árabe mastara, está atestiguado en las fuentes documentales como inventarios de bienes y en los tratados del siglo XVI como el de Giambattista Palatino, de 1540, y de Juan de Ycíar, de 15508 , y el de Alejo Venegas9. El primer estudio sobre este tipo de instrumentos se debe a Albert Derolez10.

La mastara era una tablilla también de madera (o incluso de cartón) sobre la que se tendían unos hilos o cordones y se colocaba debajo del folio, que era presionado con el puño o los dedos. Se utilizó desde al menos el siglo XIII (el primer ejemplar está datado en 1202) en los códices de papel árabes y hebreos11.

La tabula consiste en un marco de madera atravesada por unas varillas largas a las que iban pegados unos cables o cuerdas que se correspondían con las líneas y que se colocaba sobre el folio.

Casagrande Mazzoli y Brunello12 han identificado los indicios que inducen a sospechar que un manuscrito ha sido pautado con uno de estos artilugios:

  • trazado de los surcos más redondeado o aplanado que el producido por punta seca
  • interrupción de las líneas correspondiéndose con las intersecciones (especialmente en los casos de justificación doble)
  • longitud regular de las líneas horizontales
  • longitud variable de las líneas verticales, que pueden llegar hasta los bordes de la página
  • dimensiones rigurosamente constantes del espejo en todos los folios del códice

Sistemas de pautado

El sistema de pautado no es otra cosa que el proceso seguido para obtener el trazado de un mismo tipo de rayado sobre todos los folios de un cuaderno. En función de la técnica empleada el diseño se realizará necesariamente sobre cada una de las caras de los folios o bifolios cuando la técnica empleada sea la de mina metálica o tinta pálida. Sin embargo, cuando la operación se efectúa a punta seca, resulta posible marcar varios folios o bifolios a la vez, bien sea por la cara del pelo o bien por la cara de la carne.

La representación gráfica del sistema de pautado de cada cuaderno origina una fórmula figurada, la cual es designada bajo los nombres de “esquema” o “diagrama”.

Cuando se ha utilizado un estilete para el trazado, la presión producida sobre el folio por el contacto directo del utensilio deja una incisión que llamaremos “directa” o “primaria” y gráficamente la expresamos mediante los signos ▷ ◁, según aparezcan sobre el recto o el verso.

Si se toman dos o más bifolios a la vez y se trazan las líneas sobre uno colocado encima de los otros, se obtendrá un tipo de señal en forma de surco, a la que denominaremos “indirecta” o “secundaria” y la representaremos por < > con la misma distribución que en el caso anterior. Para indicar el centro del cuaderno se empleará un trazo vertical ( | ) que equivaldrá simbólicamente al hilo de la costura.

Ejemplos:

a) Pautado mediante incisión directa:

Representación del pautado por incisión directa.

b) Pautado mediante impronta indirecta:

Representación del pautado por impronta indirecta.

E.K. Rand (1927), L. Gilissen (1969) y J. Leroy (1976 y 1977) han estudiado estos aspectos, diferenciando entre sistemas simples y complejos.

Los sistemas simples son aquellos cuyas líneas verticales y horizontales han sido ejecutadas en una misma operación, siendo lo normal que primero se trazasen las horizontales, por lo que no quedan rematadas regularmente por las líneas de justificación.

Sistemas de pautado de los manuscritos griegos y su representación

Julien Leroy (1977) proyectó un procedimiento numérico para expresar con mayor claridad los distintos sistemas de pautado conocidos. En este sistema de codificación el 1 indica que el rayado se ha practicado sobre el recto, y el 2 que se ha practicado sobre el verso. Entonces cada hoja del cuaderno se indicará mediante el correspondiente 1 o 2, con una línea vertical ( | ) en el centro para significar el hilo de cosido.

Leroy ha llegado a identificar hasta trece sistemas de rayado simple13:

Diagrama 1 = 2121 | 2121: El cuaderno es pautado sobre el lado del pelo folio por folio (en un cuaderno que lleva el lado de la carne por fuera, como es el caso de la mayoría de los manuscritos griegos; si nos encontráramos ante un manuscrito en el que los cuadernos llevan el lado del pelo por fuera, este esquema representaría un sistema en el que se ha pautado sobre el lado de la carne). Es con mucho el sistema más empleado en los códices griegos.

Sistema de pautado 1, según el método Leroy.

Diagrama 2 = 1212 | 1212: Es el procedimiento inverso al anterior. El cuaderno es pautado sobre el lado de la carne, folio por folio (de nuevo en un cuaderno que lleva el lado de la carne por fuera). Se encuentra en los manuscritos griegos en letra uncial más antiguos y es muy corriente en los manuscritos latinos.

Sistema de pautado 2, según el método Leroy.

Diagrama 3 = 1111 | 2222: La incisión directa es practicada sobre el bifolio exterior. Es también un sistema preferido de los escriptoria latinos.

Sistema de pautado 3, según el método Leroy.

Diagrama 4 = 2222 | 1111: La incisión directa se ha practicado sobre el bifolio interior, recibiéndolo los restantes por impronta indirecta. Como en dos casos anteriores, es muy corriente en los manuscritos latinos, sobre todo a partir del siglo XI.

Sistema de pautado 4, según el método Leroy.

Diagrama 5 = 2111 | 1222: La incisión directa se practica sobre los folios 1v-2 y los restantes la reciben por impronta indirecta.

Sistema de pautado 5, según el método Leroy.

Diagrama 6 = 2221 | 1112: Básicamente es igual que el diagrama 5, pero desplazándose la incisión directa a los folios 3v-4r.

Sistema de pautado 6, según el método Leroy.

La aparente complicación de este procedimiento (y de otros similares) puede deberse a que es más fácil practicar la impresión directa en el pergamino por el lado de la carne.

Diagrama 7 = 1222 | 2111: De nuevo es igual que el diagrama 5, pero desplazándose la incisión directa a los folios 5v-6r.

Sistema de pautado 7, según el método Leroy.

Diagrama 8 = 1112 | 2221: De nuevo es igual que el diagrama 5, pero desplazándose la incisión directa a los folios 7v-8r.

Sistema de pautado 8, según el método Leroy.

Diagrama 9 = 2112 | 2112. Esta técnica, especialmente enrevesada desde el punto de vista del trazado, tiene una razón de ser de orden estético: las dos caras que tiene ante sí el lector, una vez abierto el manuscrito, presentan un rayado de idéntica intensidad: fuerte en los folios 1v-2r y 5v-6r, y débil en los otros casos.

Sistema de pautado 9, según el método Leroy.

Diagrama 10 = 1221 | 1221. La impresión directa aparece en los folios 4v-4r y 7v-8r.

Sistema de pautado 10, según el método Leroy.

Diagrama 11 = 1122 | 1122. La impresión directa es trazada, previa división del cuaderno en dos, sobre el bifolio exterior (1r-8v) y sobre el central (4v-5r), quedando los demás grabados por contacto.

Sistema de pautado 11, según el método Leroy.

Diagrama 12 = 1111 | 1111. Cada bifolio está pautado por separado, plegado con el lado del pelo por fuera (en los manuscritos griegos); una vez pautados todos de esta manera todos los bifolios, se han desplegado y ordenado en el cuaderno, con el lado de la carne por fuera.

Sistema de pautado 12, según el método Leroy.

Diagrama 13 = 2222 | 2222. Es exactamente el mismo proceso que el caso anterior, pero pautando los bifolios con el lado del pelo por fuera (de nuevo en el caso de los manuscritos griegos).

Sistema de pautado 13, según el método Leroi.

En la actualidad se han identificado más diagramas que los recogidos por Leroy.

En ocasiones algunos cuadernos presentan ciertos folios “rehechos” por no haberse marcado bien las huellas secundarias. Cuando dicha operación atañe tan solo a las líneas del pautado se dice que el plegado ha sido “reforzado”.

Sistemas de pautado en los manuscritos latinos

En los manuscritos latinos los sistemas parecen mucho más simples. En 1927 E.K. Rand había identificado dos, cuya cronología es sucesiva:

El old-style, que se utilizó hasta la primera mitad del siglo IX. El pautado se realizaba sobre el cuaderno ya formado, con los bifolios superpuestos ya ordenados conforme a la ley de Gregory, por impresión directa sobre un único bifolio (el interno o el externo) (como en los sistemas 3-4 de Leroi) o bien sobre un bifolio de cada dos (old-style 2). Es decir, el surco y el relieve no respetan la simetría, ya que en todas las planas (excepto en la central de cada cuaderno y la exterior) una página presenta surco y la otra relieve.

Pautado "old-style".

Dado que la marca a menudo se hacía muy tenue a partir de la segunda o tercera impresión indirecta, podía ser preciso refrescar la impresión (repautado). Así sucede por ejemplo en la variedad de “old-style” denominada pautado insular, en donde el pautado se hacía con el cuaderno plegado:

Variedad insular de pautado "old-style".

Y lo mismo en la variedad hispana, que se encuentra sobre todo en códices españoles anteriores al siglo XII:

Variedad hispana de pautado "old-style".

En sentido estricto constituye una variante del sistema 12:

Sistema de pautado 12 según el método Leroy.

El new-style, a partir de la primera mitad del siglo IX. El pautado se realiza por impresión directa sobre todos los bifolios de cada cuaderno (como en los sistemas 1-2 de Leroi), de modo que se mantiene la simetría de surcos y relieves en todas las planas.

Utilización del pautado por parte del copista

En el caso del pautado a punta seca, debido al relieve que produce, el copista evita por lo general escribir encima.

Los copistas bizantinos prefieren apoyar ligeramente la escritura sobre la línea durante todo el periodo de la escritura mayúscula (siglos IV-IX) y en los primeros tiempos de la minúscula (siglo IX); pasan entonces solo temporalmente a una escritura colocada a caballo de la línea de base para adoptar definitivamente, pero no sin inconsistencias, a partir del siglo X, una escritura “colgada” (o sea, por debajo de la línea del pautado).

Más disciplinado o más metódico, el copista latino escribe siempre ligeramente por encima de la línea, al menos hasta la introducción del pautado con mina metálica. La única libertad está en el uso que hacen de la primera línea rectriz, que pueden o no dejar libre. Este fenómeno fue estudiado ya por Neil Ripley Ker, que observó que los manuscritos que utilizan esta línea (above top line) suelen ser anteriores al siglo XII, y los que la dejan libre (below top line) posteriores14.

A causa de esta diferencia, en las descripciones codicológicas se debe indicar el uso que se ha hecho de la primera línea.

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1. Esta es una cuestión objeto de debate. Lemaire la considera como línea marginal, Muzerelle como parte del lineamiento. N.R. Ker fue el primero en percatarse de su existencia.

2. Kirsopp & Silva Lake, Dated Greek manuscripts to the year 1200, Boston, The American Academy of Arts and Sciences, 1934-1939.

3. Julien Leroy, Les types de réglures des manuscrits grecs, Paris, Éditions du CNRS, 1976; “Quelques systèmes de réglure des manuscrits grecs”, en K. Treu (ed.), Studia codicologica, Berlin, Akademie Verlag, 1977, pp. 291-312; Julien Leroy & J.H. Sautel, Répertoire de réglures dans les manuscrits grecs sur parchemin: base de données établie par J.-H. Sautel à l’aide du fichier Leroy et des catalogues récents à l’IRHT (CNRS), Bibliologia 13, Turnhout-Paris, Brepols, 1995.

4. Publicado después en “Pour décrire les schemas de réglure: une méthode de notation symbolique applicable aux manuscrits latins et autres”, Quinio 1 (1999), pp. 123-170. Resumido por el propio D. Muzerelle en www.paleographia.org/muzerelle/reglure.htm.

5. “Les réglures des manuscrits”, Scrittura e civiltà 5 (1981), pp. 231-252.

6. Introduction à la codicologie, Louvaine-la-Neuve, 1989, pp. 115-125.

7. P. Canart, P. del Carmine, C. Federici, F. Lucarelli, J. Duncan MacArthur, P.A. Mandò, M. Maniaci, M. Palma, “Recherches préliminaires sur les matériaux utilisés por la réglure en couleur dans les manuscrits grecs et latins”, Scriptorium 45 (1991), pp. 205-225.

8. J.P. Gumbert, “Ruling by Rake and Board. Notes on some late medieval ruling techniques”, en P. Ganz (ed.), The Role of the Book in Medieval Culture, Bibliologia 3-4, Turnhout, Brepols, 1986, vol. I, pp. 41-54.

9. Maria Antonietta Casagrande Mazzoli & Mauro Brunello, “La tabula ad rigandum. Identikit di uno strumento ergonomico”, Gazette du livre médiéval 19, n. 37 (2000), pp. 26-33 (http://www.malatestiana.it/manoscritti/testi/casagrande1.htm).

10. A. Derolez, Codicologie des manuscrits en écriture humanistique sur parchemin, Bibliologia 5-6, Turnhout, Brepols, 1984.

11. M. Dukan, “De la difficulté à reconnaître des instruments de réglure: planche à régler (mastara) et cadre-patron”, Scriptorium 40 (1986), pp. 257-261.

12. Casagrande Mazzoli – Brunello, 2000, tabula.

13. Junto a ellos, J. Leroy identifica además otros sistemas que él denomina complejos y que divide entre variables y dobles. Pero esta categorización es demasiado “compleja” para ser operativa.

14. N. Ker, From ‘above top line’ to ‘below top line’: a change in scribal practice”, Celtica 5 (1960), pp. 13-16. M. Palma, “Modifiche di alcuni aspetti materiali della produzione libraria latina nei secoli XII e XIII”, Scrittura e Civiltà 12 (1988), pp. 119-133.