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2. Formas y materiales del libro manuscrito

2.8. El papel

Itinerario del papel: de China a Europa

El papel es un invento chino, debido, según la tradición a Ts’ai Lun, habitante de la región de Hunan y oficial del emperador Hai, en el año 105 d.C., aunque los primeros testimonios conocidos son unas cartas del año 137.

En el año 751, tras la batalla de Samarcanda, los árabes tomaron prisioneros a unos artesanos fabricantes de papel y les obligaron a desvelar el secreto de su fabricación. A partir de esa fecha el papel comienza su ruta hacia occidente, siguiendo una doble trayectoria por el norte y el sur del Mediterráneo, según puede apreciarse en el mapa adjunto.

Itinerario seguido por el papel hasta llegar a Europa.
Tomado de Elisa Ruiz, Introducción a la Codicología, Fig. 2.3, p. 65.

A continuación se enumeran los principales hitos de la introducción del papel en Europa:

  • En el sur de España el papel se conoce desde el siglo X. En 1056 existía ya un molino papelero en Valencia y otro en Toledo en 1085 y en Játiva en 1154. Aquí el papel más antiguo conservado procede del monasterio de Silos. Se trata de un Glosarium latinum hoy en la Biblioteca Nacional de Francia (nouv. acq. lat. 1296) y el Breviarium gothicum seu mozarabicum, en la Biblioteca de la Abadía (ms. 6).
  • En Italia el ejemplar más antiguo es un mandato de la condesa Adelaida, redactado en griego y árabe, de 1109, que se conserva en el Archivo di Stato de Palermo. En 1276 ya está documentada la existencia de un molino de papel en Fabriano, y en esta localidad en 1320 había ya 22 fabricantes. Entre los primeros testimonios hallados se encuentra un manuscrito copiado hacia 1270.
  • A Francia el papel llega por una doble vía, desde España e Italia. Aquí los primeros papeles documentados son los producidos en la región de Troyes y en el valle del Essonne hacia 1350.
  • En Alemania se crea un centro de producción en Nuremberg en 1390, con la colaboración de unos italiano.
  • En los Países Bajos, Juan Español fundó en Lieja un taller en 1405.
  • En las Islas Británicas el papel solo se conocerá en el siglo XV, y aún más tardíamente, en el XVII, en los países nórdicos.

La fabricación del papel

Durante la Edad Media el papel recibió el nombre de charta papyri. En la cuenca oriental del Mediterráneo se utilizaban los adjetivos de bagdatikós o bambykinos, que pasan a occidente como charta bombycina, gossypina, cuttunea y xylina. En España son comunes las denominaciones de charta pannucea o “pergamino de trapos” (por oposición al pergamino de cuero).

El parecido fonético de las palabras latinas bambycina y bombyx (algodón) favoreció la creencia de que esta materia vegetal era el ingrediente primordial en la fabricación del papel. Pero se trata de una falsa etimología. J. Wiesner, de la universidad de Viena, analizó millares de muestras de papel de diversas épocas y procedencias y no encontró algodón en ninguna.

Los primeros papeles oriundos de China utilizaban como materia prima de un tipo de hoja de mora (Morus papyrifera sativa), perteneciente a la familia de las monocotiledóneas. Pero cuando el procedimiento artesanal traspasó las fronteras de su país de origen, este componente tuvo que ser sustituido, ya que tal variedad no se encuentra en otras regiones. Por esta razón las recetas se simplificaron, y empezaron a utilizarse como ingredientes básicos trapos de lino y, en menor proporción, de cáñamo.

Como en el proceso de fabricación del papel tradicional es preciso utilizar una gran cantidad de agua, los molinos papeleros se hallan siempre en parajes realmente idílicos, muy próximos a algún río.

Molino papelero de Savignac-Lédrier, Francia.
http://ecomuseesdelauvezere.fr/images/bandeau23.jpg.

Todavía existen algunos talleres donde el papel se sigue fabricando de manera artesanal, por ejemplo en Ambert (Francia) y Capellades (España). Una lista bastante completa de los molinos y museos papeleros de Europa puede encontrarse en http://www.paperhistory.org/Museums/

El primer paso de todo el proceso de producción era seleccionar los trapos por colores, cortarlos en trozos relativamente pequeños y lavarlos y blanquearlos utilizando una lejía hecha a base de cenizas de madera.

Trapos preparados para ser convertidos en papel. Museo del papel de Capellades.
http://mmp-capellades.net/clients/museumoli/templates/images/images_eng/22.jpg

Estos materiales eran previamente deshechos en unas grandes pilas y dejados a macerar en agua hasta que las fibras quedaban reducidas a una pulpa homogénea. En un principio la operación se hacía a mano, y más tarde mediante muelas de piedra accionadas por animales; en el siglo XIII, al parecer en Italia, estas muelas fueron sustituidas por unos martillos de madera accionados por una rueda movida por agua corriente.

Trapos en remojo, macerando. Het Netherlands Open Air Museum, Arnhem, Países Bajos.
http://www.paperhistory.org/Museums/images/nom2.jpg.

Esquema del funcionamiento de los martillos que trituran la pasta de papel: la corriente de agua hace girar la rueda de madera, cuyos dientes levantan el soporte del martillo y lo dejan caer.
http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict019.gif

El producto resultante o pasta se depositaba en una cubeta metálica o tina, y allí se mantenía a temperatura constante.

El artesano introducía entonces un tamiz rectangular llamado “forma” en el recipiente. Sobre dicho cedazo, al ser extraído, quedaba una delgada película de la sustancia allí retenida, la cual era depositada a continuación sobre un fieltro, para que este absorbiese el exceso de líquido y se iniciara el proceso de secado.

El artesano papelero introduce la forma en la cubeta y la vuelve a sacar, obteniendo una fina capa de pasta de papel que será la futura hoja. Museo della Carta e della Filigrana, Fabriano, Italia.
http://footage.framepool.com/shotimg/345546352-pulp-moulding-museo-della-carta-e-della-filigrana-fabriano-paper-mill.jpg<.

Luego un número determinado de fieltros, con sus correspondientes hojas, era colocado bajo una prensa para eliminar el agua sobrante y ultimar su alisamiento.

Las hojas de papel entre fieltros son prensadas para sacar la humedad.
http://multimedia.catalunya.com/mds/multimedia/9745/F1.

El paso siguiente era tender las hojas para que se secasen completamente.

Las hojas de papel tendidas para el secado.
http://ventanaabiertamyblog.files.wordpress.com/2012/05/museu-molc3ad-paperer135-copia.jpg?w=465&h=353

Posteriormente dichas hojas se encolaban por inmersión, operación que implicaba un nuevo prensado con la finalidad de escurrir la cola sobrante. Un segundo tendido lograba el secado definitivo del producto.

El acabado final consistía en dejar la superficie uniforme y apta para la escritura mediante un satinado y alisado de cada hoja.

La forma

La forma es u molde rectangular compuesto por una capa reticular de hilos que primitivamente eran de fibras vegetales o crin de caballo y más tarde metálicos, entrecruzados y por un bastidor de madera en el cual aquella se sujeta. Su finalidad es recoger las materias en suspensión existentes en la pasta acuosa del papel, las cuales, al depositarse sobre el entramado, constituyen una ligera película, que no es otra cosa que la futura hoja.

Forma. Colección de Simon Barcham Green
http://papermoulds.typepad.com/.a/6a0147e0eda8ab970b0147e288d8f1970b-800wi
(una espléndida colección de imágenes de formas en http://papermoulds.typepad.com/).

Se conocen tres tipos de formas: forma flotante, forma oriental o flexible y forma occidental o rígida.

La forma flotante es la más rudimentaria, ya que está formada simplemente por un bastidor de madera sobre el que se fijaba una tela. Para fabricar la hoja de papel la forma se sumerge en la tina con el agua y la pasta de papel y se la deja libre hasta que regresa a la superficie. Era una forma muy lenta de fabricar las hojas, y por lo tanto antieconómica.

Utilización de la forma flotante. Tomado de Irigoin, 1988, p. 60..

La forma flexible está formada por un bastidor rectangular de madera reforzado por dos traviesas paralelas a los lados cortos; un segundo rectángulo, de dimensiones similares, está formado por fibras vegetales (puntizones) dispuestas en sentido longitudinal; los puntizones están unidos entre sí por los hilos de cadeneta, colocados a intervalos más o menos regulares, a veces en grupos de dos o tres.

Diferentes disposiciones de las cadenetas, según G. Humbert, 1998, p. 12.

Para fabricar el papel con este tipo de forma, el operario agarra la forma por los lados más cortos y la sumerge en la tina, para sacarla inmediatamente, dejando escurrir el agua, y deposita entonces la pasta de papel ya en forma de hoja sobre un fieltro, de modo que puede repetir la operación una y ora vez, por lo que el proceso es mucho más rápido que en el caso de la forma flotante.

Sin embargo, como las cadenetas no descansan sobre soportes (corondeles en la forma occidental), se deforma rápidamente, de modo que las improntas dejadas sobre la hoja son irregulares y los puntizones se ven curvados y las marcas de las cadenetas toman una dirección oblicua, según se muestra en la figura.

Deformación de la forma en el papel fabricado con forma flexible,
tomado de Elisa Ruiz, Introducción a la Codicología, p. 2.8, pág. 70.

La forma rígida se compone de dos partes diferentes, el bastidor y la frasqueta. El primero está reforzado de unas piezas de sección triangular denominadas corondeles que sirven de apoyo a los puntizones y sobre las que discurren los hilos de cadeneta, de modo que la forma nunca (o muy difícilmente) se deformará.

Partes de la forma rígida.
http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict021.gif.

Los diferentes componentes de la forma rígida son:

Marco, esqueleto:
Conjunto de piezas de madera sobre las cuales se tiene la trama de la forma
Frasqueta:
Marco móvil que se colocaba en los bordes de la forma y ajustaba, determinando el grueso de la hoja y el tamaño del pliego
Bastidor, marco:
Conjunto de cuatro piezas de madera montadas en rectángulo que forman los bordes de la forma, y en el que se ajustan los puntizones
Corondeles:
Piezas de madera de sección triangular, ajustadas en el bastidor de la forma a intervalos regulares, paralelamente al lado más corto, a la que se fija la cadeneta que une los hilos de los puntizones, y cuya función es impedir que la trama se deforme o se doble por el peso de la pasta. (También se llama corondeles a las improntas dejadas en el papel por los hilos trenzados y fijados en estas piezas triangulares)
Puntizones:
Hilos de latón que son extendidos sobre el marco de la forma, a muy corta distancia los unos de los otros, paralelamente al lado más largo (También se denominan puntizones a las marcas dejadas en el papel por los hilos de ese nombre)
Hilo de cadeneta:
Hilo metálico fijado sobre los corondeles, que une los puntizones entre ellos
Trama:
Conjunto de hilos metálicos (hilos de puntizones y cadenetas) tendidos sobre el marco
Hilo de ataque o manucordio:
Hilo que une las cadenetas a los corondeles
Cadeneta de cabecera:
Cadeneta suplementaria que cose los puntizones a muy poca distancia del borde de la forma
Corondel portador:
Corondel suplementario que sirve de soporte a la filigrana
Corondeles suplementarios:
Corondeles cuya distancia con los corondeles vecinos es inferior a la normal
Filigrana, verjura, marca de agua:
Dibujo cuya impronta queda en el pliego de papel por un hilo metálico que forma una figura, cosido a los puntizones o a los hilos de cadeneta, en una de las dos mitades de la forma.
Contramarca:
Filigrana de pequeñas dimensiones, situada en uno de los ángulos de la mitad de la hoja, que no contiene la filigrana principal, generalmente compuesta de iniciales que permiten distinguirlos diferentes fabricantes que utilizan el mismo tipo de filigrana.

La siguiente figura muestra cómo los hilos de cadeneta van montados sobre los corondeles, con o sin hilo fijo, y cómo se fijan a ellos mediante el hilo de ataque o manucordio (el hilo que sujeta el hilo de cadeneta a los corondeles):

Fijación de los puntizones (negro o gris oscuro) a la cadeneta (anaranjado) y de esta a los corondeles mediante el hilo de ataque o manucordio (gris).
Modificado a partir de http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict022.gif y http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict023.gif.

Como se puede ver, las modalidades posibles de fijación de los puntizones son:

A,C: Cadeneta sobre hilo fijo, cosido por arriba:
Costura con un hilo de cadeneta propiamente dicho, que pasa alternativamente por arriba de cada puntizón, después por abajo del hilo fijo, pasando por encima del puntizón en su misma dirección.
B,D: Cadeneta sobre hilo fijo, cosido por abajo:
Lo mismo que el punto anterior, pero a la inversa.
E: Cadeneta de dos hilos simple:
Costura con dos hilos e cadeneta que pasan simultánea y alternativamente por arriba y por abajo e cada puntizón.
F: Cadeneta de dos hilos retorcida:
Costura con dos hilos de cadeneta que realizan un trayecto análogo al de la cadeneta simple, pero en la que los dos hilos están, además, trenzados el uno sobre el otro entre cada uno de los puntizones.
A,B,E,F: Costura hilo a hilo:
Cosido por el que cada cadeneta une sucesivamente cada uno de los puntizones.
C,D: Costura alterna:
Cosido por el que cada cadeneta une los puntizones de manera alterna.

La forma deja en el papel una serie de marcas muy características, de modo que la forma puede reconstruirse a través de ellas.

Marcas dejadas en la hoja por la forma.
http://vocabulaire.irht.cnrs.fr/fig/pict/pict024.gif

La filigrana, verjura o marca de agua

La filigrana es una silueta hecha con hilos metálicos y fijada en el entramado de la forma que deja una impronta en la hoja de papel que servía de marca de fabricante. Solía colocarse en el centro de una de las dos mitades de la forma, de modo que su posición en el libro es un buen indicativo del formato original del pliego de papel.

Confección de la filigrana en la forma
http://mmp-capellades.net/clients/museumoli/templates/images/image_016.jpg.

La filigrana en el papel, visto al trasluz.
http://www.library.manchester.ac.uk/firstimpressions/assets/images/content/paper2.jpg

Es muy corriente que la filigrana se encuentre en el doblez del bifolio.
http://www.lux-et-umbra.com/books/z24.jpg

De origen italiano, la filigrana está testimoniada desde 1282. Cuando se puede identificar, lo cual es muy habitual a partir del siglo XV, la filigrana facilita la tarea de datar tópica y crónicamente un manuscrito. Para ello existen repertorios de filigranas que son de uso obligado para el codicólogo. Además hay que tener en cuenta la posición exacta de la filigrana sobre los corondeles y puntizones: cuando coinciden el formato de la hoja, las distancias de los corondeles y puntizones y el diseño de la filigrana, se puede estar seguro de la identificación.

El establecimiento de una datación en virtud de este único criterio supone siempre calcular una fecha con un margen de error en torno a unos quince años. El período de “vida” atribuible a una forma usada normalmente en un taller de producción es de dos años. A esta cifra hay que añadir el plazo de tiempo medio hasta que el papel virgen es utilizado. Todo lo cual, sumando ambas cantidades, nos da el plazo mencionado de unos 15 años.

Durante el proceso de elaboración del papel trabajaban simultáneamente dos operarios, quienes utilizaban sendas formas de manera sucesiva. Ambas solían ofrecer el mismo diseño de la filigrana, pero con ligeras variantes, pues estaban hechas a mano. Estos dos signos son denominados “gemelos” y a veces se encuentran alternativamente en los cuadernos que componen el códice.

Además de la filigrana puede encontrarse un distintivo secundario o contramarca de pequeñas dimensiones, situado en alguno de los ángulos de la mitad de la hoja. Generalmente se reduce a unas iniciales o letras más o menos ornamentadas y permite distinguir los diferentes fabricantes que utilizan una misma filigrana. Esta segunda señal empieza a difundirse a partir del siglo XV en Venecia. A finales del XV es frecuente encontrar signos dobles.

La aparición de la filigrana y la contramarca en el interior del cuaderno es variable. Una de las modalidades posibles es, por ejemplo, la siguiente:

Posición de la filigrana y la contramarca en un cuaderno.
Tomado de Elisa Ruiz, Introducción a la Codicología, Fig. 2.11, p. 72..

Tipos de papel

En función de las materias utilizadas en la fabricación y las diferencias en la forma se pueden distinguir dos tipos fundamentales de papel, a saber, oriental y occidental, además de variedades locales.

Papel oriental o árabe

En la actualidad se prefiere el nombre de papel sin filigrana o papel no verjurado, ya que estrictamente hablando no todos los papeles que caen bajo esta categoría son árabes ni fueron fabricados en Oriente.

Se caracteriza por:

  • La forma utilizada en la fabricación está confeccionada mediante unos filamentos vegetales cuyo emparrillado descansa sobre los corondeles sin estar fijo a un marco de madera. Por esta razón los puntizones se ladean, sobre todo lateralmente, y los corondeles no resultan visibles o se descubren con dificultad.
  • Corondeles distanciados simétricamente o bien en forma de grupos de dos, tres o cuatro filamentos.
  • Puntizones muy próximos unos a otros (22-30 mm por cada 20 puntizones).
  • Pasta regular y bien encolada.
  • La cola empleada es de base de almidón.
  • Color amarillento o parduzco.
  • Superficie lisa.
  • Formato variable.
  • No tiene filigrana.

Se pueden distinguir seis tipos distintos de papel no verjurado:

  • Los primeros papeles chinos y sogdianos, a menudo designados en las fuentes árabes como “papeles de Jorasán”.
  • Papeles fabricados en Irán entre hasta el siglo XIV (h. VIII), Irak, Siria, y en Egipto y el Yemen hasta ca. 1550 (h. 957).
  • Papeles fabricados en Irán entre los siglos XV y XVII (h. IX-XI), en Asia central hasta la conquista rusa en el s. XIX y en India hasta nuestros días.
  • Papeles árabes occidentales fabricados sobre todo en el territorio actual de Marruecos y Al-Andalus.
  • Papeles fabricados en los territorios cristianos de la Península Ibérica.
  • Papeles italianos anteriores a la invención de la filigrana.

Entre los documentos en papel más antiguos conservados en bibliotecas occidentales se encuentran el Codex Warner, 228, de la biblioteca universitaria de Leiden, que data del año 866 y contiene un glosario de términos raros utilizados en el Corán, y un tratado de gramática árabe del año 983 actualmente en la Bodleian Library de Oxford.

El primer ejemplo conocido de un manuscrito griego en papel oriental es el códice Vat. gr. 2200, de finales del siglo VIII, pero parece ser un caso excepcional, ya que el papel no parece haberse generalizado en el mundo griego hasta el siglo XI.

La fabricación de papel oriental comienza a declinar en el Magreb en el siglo XIV, pero continuó fabricándose papel “a la antigua” en Persia hasta el siglo XVII, en Asia central hasta la conquista rusa y en la India hasta nuestros días.

Papel occidental

Se caracteriza por:

  • La forma está hecha con filamentos metálicos y el reticulado está fijado al bastidor y protegido por un marco de madera
  • Pasta irregular
  • Superficie rugosa y de aspecto absorbente
  • Puntizones separados (34-52 mm por cada 20 puntizones)
  • Corondeles distanciados a intervalos regulares
  • La cola es de origen animal (gelatina)
  • Color amarillo claro
  • Formato único
  • A partir de 1285 lleva filigrana
Variedades locales españolas

En España los principales tipos de papel testimoniados son:

  • El tipo árabe occidental o papel toledano; tiene el formato tradicional árabe, siendo lo más usual unos 275 x 375 mm.; es recio, bien encolado, muy pulido y satinado
  • Papel occidental o italiano
  • Papel catalán
  • Papel ceptí

El tipo árabe occidental o papel toledano; tiene el formato tradicional árabe, siendo lo más usual unos 275 x 375 mm.; es recio, bien encolado, muy pulido y satinado. Se suelen distinguir por la presencia de una marca en forma de zigzag, perceptible al trasluz, en la mitad de la hoja o en un tercio de su longitud.

Marca de zigzag en la hoja de papel.
Tomado de Elisa Ruiz, Introducción a la Codicología, fig 2-17, pág. 79.

La finalidad de esta señal es incierta y se han formulado diversas hipótesis explicativas. Algunos han querido ver en ella un deseo de imitar las cuchilladas que a veces se perciben en el pergamino, ya que en sus inicios el papel era un sucedáneo y sus fabricantes intentarían conseguir el mayor parecido posible con el pergamino. Pero esta hipótesis resulta poco convincente. Estève (2001) piensa que el origen de esta particularidad reside más bien en el proceso seguido para el encolado.

El segundo tipo es el papel producido en Italia, aunque tal vez los primeros papeles de esta modalidad fueran de hecho hispánicos, pero desde muy pronto diversas ciudades italianas se hicieron con la hegemonía de la industria. Entre todas ellas destaca Fabriano, en cuyos talleres se solían fabricar sobre todo dos formatos: 350 x 490 mm y 290 x 450 mm, siendo este último más frecuente. Así mismo se introdujeron innovaciones en la forma con la finalidad de aproximar los corondeles entre sí y se introdujo la filigrana.

Una variedad parecida a la anterior por su aspecto es la fabricada en Cataluña y Valencia. Este papel se caracteriza por estar hecho a base de trapos de lino con un porcentaje de cáñamo que no supera el 25%. Los corondeles, al carecer de un listón de madera que los afiance, suelen estar curvados u ondulados. En cambio los puntizones están bien tensos. Los espacios entre los hilos verticales (de 9 a 11) oscilan entre 43-50 y 34-40 mm. Presenta una gran variedad de formatos.

El papel ceptí fue el más difundido en Castilla durante la Baja Edad Media. Se caracteriza por la presencia de filigrana y la falta de estandarización en el tamaño.

Las dimensiones encontradas en la Península Ibérica son las siguientes:

  • 220 x 140 memorándum, agenda
  • 220 x 175 tres cuartos de coquille
  • 230 x 175 media holandesa
  • 340 x 230 papel de oficios
  • 410 x 260 holandesa
  • 440 x 320 pepel de marca o de marca regular
  • 460 x 340 papel de marca regular prolongado
  • 550 x 380 papel de marquilla o de marquilla regular
  • 560 x 395 papel de marquilla prolongado
  • 560 x 440 coquille
  • 640 x 440 papel de marca mayor o de doble marca
  • 680 x 480 papel de marca mayor prolongado
  • 700 x 500 cícero, revista
  • 770 x 550 gran cícero, papel de doble marquilla
  • 880 x 560 doble coquille
  • 880 x 640 papel de cuádruple marca o de doble marca mayor
  • 900 x 650 papel de doble marca mayor prolongado
  • 940 x 600 papel de águila pequeño
  • 1000 x 700 doble cícero, doble revista
  • 1040 x 740 papel de águila grande
  • 1100 x 740 papel de cuádruple marquilla

Descripción del papel

Para empezar, es importante hacer notar que es frecuente que en un mismo manuscrito las hojas de papel no tengan exactamente la misma procedencia, por lo que será necesario ir examinando hoja por hoja, y describir por separado cada uno de los tipos identificados.

Los procedimientos existentes para observar las marcas dejadas por la forma en la hoja son varios.

  • Calco manual de los signos
  • Fotografía por transparencia o a contraluz
  • Fotografía por contacto directo
  • Reproducción mediante rayos beta
  • Electrorradiografía
  • Radiografía X

Algunos de ellos necesitan complejos equipos que no están por lo común accesibles al codicólogo. La observación del papel al trasluz será entonces suficiente.

Las marcas que deben observarse son las siguientes:

  • Los puntizones, tendidos en el sentido longitudinal de la forma
  • Las cadenetas, tendidas en la dirección más corta, perpendiculares por tanto a los puntizones, dejan una marca sobre la hoja que se denomina corondel
  • Las filigranas
  • El zigzag

Algunas de estas marcas son características del papel oriental y otras del papel occidental, por lo que la observación y descripción de estos dos tipos de papeles requiere procedimientos ligeramente diferentes.

Para los papeles no verjurados habrá que observar la posible deformación de la forma, midiendo tanto la desviación como la distancia media entre corondeles y sus posibles agrupaciones, y el espacio ocupado por 20 puntizones. Para el zigzag, en caso de existir, se anotará si los trazos son continuos o discontinuos, regulares o irregulares, las hojas en las que son observables y la posición dentro de la hoja.

Para los papeles verjurados, además de los parámetros indicados en el párrafo anterior (excepto la deformación de la forma, que en principio no sucederá) habrá que tener en cuenta todo lo concerniente a la filigrana.

El taller de restauración del Departamento de Artes Gráficas del Museo del Louvre ha establecido un protocolo con el fin de normalizar la descripción de una filigrana. Según este proyecto la reproducción debe comprender los siguientes elementos:

  • La silueta del signo
  • El corondel o línea en que se apoya el hijo de latón que constituye la marca
  • Los dos corondeles adyacentes
  • El trazado de diez puntizones por encima del dibujo de la filigrana, reflejado sobre el corondel del lado derecho
  • La distancia que separa el corondel de la derecha de la línea vertical en que se apoya la filigrana

Para identificar la presencia de signos gemelos lo más aconsejable es reproducir fielmente mediante calco el diseño, sirviéndose de un soporte transparente colocado sobre la hoja portadora de la filigrana. Si son visibles se dibujarán los signos gemelos y luego se superponen los dos calcos para comprobar las diferencias.

Otras características físicas del papel que deben observarse son el color, el grosor, la flexibilidad o rigidez de la hoja y la calidad de la pasta, aunque la valoración de todas ellas, a excepción del grosor, ha de hacerse necesariamente en términos subjetivos.

El formato original de la hoja y el modo en que ha sido plegada se tratará en la unidad didáctica sobre “La organización material del códice”.